Ainara


Recibimos un email:

Me gustaría saber cómo podría participar en el proyecto de belleza real. La verdad es que no me parezco en nada a vuestras anteriores «modelos», pues peso más de 100 kilos y tal vez sería contraproducente publicar a alguien así, no sé.

Su autora es Ainara. Nos quedamos de piedra. Nos remueve mucho por dentro y le pedimos que inmediatamente nos facilite su número de teléfono para hablar. Nuestro mensaje para ella es claro: No solo no es contraproducente, es más que necesario que te muestres en este proyecto. Y accede.

Ainara tiene 38 años, a un par de meses de cumplir los 39. Es filóloga hispánica y trabaja en una editorial. Llega muy nerviosa al estudio y nos confiesa que lleva todo el día debatiendose entre venir y no venir. Su físico la tiene secuestrada y a pesar de que ya sabe que es nuestra modelo perfecta para el proyecto, sigue obsesionada con compararse con las demás personas que ya han salido aquí. No somos los únicos que le hemos dicho que no debe compararse, y es por esto que nace EstaSoyYo, para eliminar las comparaciones con el resto de las personas, porque eso nos hace frágiles, tristes y esclavos de estereotipos.

Ainara valora mucho ser feliz, reirse mucho, con su familia, con sus amigos, con sus animales, incluso en un concierto, de los que es asidua «ahí estoy, dándolo todo. La descarga de adrenalina es genial» y por supuesto, luchando por lo que cree que es justo.

Preguntarle sobre que no le gusta de su aspecto físico es toda una declaración de intenciones y propósitos: «Siempre he tenido muchos granos y espinillas en la cara, y aunque un par de veces a lo largo de los años he estado en tratamiento, el medicamento dañaba mi hígado, así que tuve que suspenderlo. Y me han empezado a salir canas, no es muy justo tener espinillas y canas jajaja. El resto no es que no me guste, es que me da un poco igual, estoy gorda, y tiene sus inconvenientes, pero lo que siempre digo es, o lo aceptas, o no lo aceptas y entonces debes ponerle remedio, pero no sirve de nada quejarte y no hacer nada, mas que estar frustrada y amargada.»

las gordas existimos. Estamos aquí.

Le gustan sus manos, sobre todo cuando lleva las uñas pintadas, a pesar de que Ainara nunca se maquilla. Y sobre todo su altura, es alta, y sus ojos de colores cambiantes según la luz.

Entre las metas conseguidas de esta mujer, ella misma destaca lo orgullosa que se siente de haber conseguido poder vivir sola a su edad, tal, y como dice ella «tal y como están las cosas casi es un milagro» Ha viajado donde ha querido, a pesar de que tuvo una época en la que le daba ansiedad meterse en un avión. Pero lo superó e incluso lo ha hecho también a veces sola. Ha hecho el camino de Santiago de joven. Tiene una página de series en Facebook que cada vez va mejor, aunque sea más un hobby y no cobra nada por ello, pero le da la oportunidad de hablar de series de televisión, que es algo que le encanta, y de conocer a actores, directores, guionistas. Una persona inquieta y creativa.

estoy contenta de haberme puesto bikini y mallas porque me gustan y me siento cómoda, a pesar de lo que opina esta sociedad

Pero no podemos obviar algo que a nosotros nos ha llegado mucho: «No sé si sería la palabra orgullosa, pero estoy contenta de haberme puesto bikini y mallas porque me gustan y me siento cómoda, a pesar de lo que opina esta sociedad. Y me he hecho estas fotos, por las que muchos me llaman valiente. No lo soy, solo intento enfrentarme a las cosas que me dan miedo y superarme. En la sesión me costó mucho estar relajada, no me veía tan bonita, ni tan interesante como mis compañeras que han participado antes. Además no soy femenina ni tengo tatuajes chulos. Sin embargo, quise participar en el proyecto porque consideraba importante que las personas con sobrepeso también estuvieran representadas, chicas que no somos -gordibuenas- (odio esa expresión, porque ya dentro de las gordas lo que nos faltaba era marcar otra diferenciación), sino mujeres de carne y hueso que también existimos, que sufrimos, reímos, bailamos y lloramos como las que más, a pesar de que la sociedad nos tenga invisibilizadas. No salimos en revistas, ni en series de televisión o películas, más que como la amiga gordita simpática -aviso: no todos los gordos somos simpáticos- Hoy en día a estas alturas de siglo XXI sigue existiendo quien insulta con la palabra gorda -no hace daño quien quiere, sino quien puede-, todos conocemos famosas que han tenido que ponerse a régimen para ser más comerciales, desde Rosa López hasta Adele. Y las gordas existimos. Estamos aquí. Entiendo que haya que adelgazar por cuestiones de salud, lo que no voy a entender nunca es tener que hacerlo por llegar a unos estándares de belleza ideales que son irreales para la mayoría de las personas. Poco a poco al menos vamos consiguiendo cosas, como tiendas de ropa a precios asequibles de talla grande y que no están dirigidos a la tercera edad. Por todo ello es por lo que estoy contenta de haber participado en el proyecto, porque quizá sea la primera, pero espero que no sea yo la última.»

Nada más que decir. Ya os avisamos, es toda una declaración de intenciones.