Raquel


Esta vez hemos salido del estudio, porque Raquel encaja mejor en la intimidad. Quién la conoce sabe muy bien que toda ella es suave. Suave en el habla, suave en sus movimientos, suave toda ella. La luz de la tarde que entra por la ventana del dormitorio parece que la conoce, porque también es suave con ella. Con 36 años y de profesión Técnica de soportes helpdesk (sistemas), nos reconoce que siempre se encuentra intimidada por sus piernas y la celulitis. Pero también le cambia la cara cuando le preguntamos por lo más importante de su vida, a lo que responde claramente: sus seres queridos de dos y cuatro patas.

Raquel se siente cómoda con sus tatuajes, cuentan mucho de ella, y de unos ojos que lo dicen todo, incluso cuando no encuentra palabras para expresarse. Mientras, nosotros vamos haciendo fotografías en su casa llena de perros y gatos que nos persiguen curiosos. Le indicamos posturas, y la invitamos a que se relaje y que se olvide de nuestra presencia. Y así nos va regalando escenas muy luminosas donde ella destaca de forma maravillosa.

…una mujer pocas veces deja de ser su peor crítica, pero este tipo de fotos son un bálsamo para la autoestima

Raquel es una persona que ha sabido resurgir de sus cenizas constantemente. Quizás el mayor logro de su vida ha sido renacer como persona después de un intento fallido como empresaria «…con 27 años monté una empresa con una socia e invertí todo lo que tenía, toda la ilusión y muchísimo tiempo, y cuando llegó la crisis en 2009 nos fuimos a la quiebra dejándome con una deuda pendiente por 30 años. Me hundí en una depresión que desembocó en una dejadez total de todo: el respeto a mis seres queridos, mi salud, mi físico, mi motivación para levantar cabeza… Y al final con ayuda de todos, salí y lo superé. Saqué en claro que ser mujer es muy duro, pero ser mujer y emprendedora es una odisea que puede acabar contigo. Pero si abres tu mente y te dejas ayudar, recibes mucho amor y mucha ayuda, que no pagan tus deudas, pero te devuelven la felicidad»

Hemos estado un par de horas con ella. Estamos muy satisfechos con el trabajo. No solo hemos conseguido captar su mirada y su esencia como persona, también tenemos la sensación de haberla ayudado con estas imágenes. Nos confiesa días después que está encantada con sus fotos, le han ayudado a verse estupenda y sexy, lo que inmediatamente ha hecho que se sienta mejor «…una mujer pocas veces deja de ser su peor crítica, pero este tipo de fotos son un bálsamo para la autoestima, aprecias cosas que no sabías que se veían tan bien desde fuera, y te olvidas de otras que crees que son horribles. Me he pasado la vida adulta creyendo que en una situación íntima, la otra persona sólo se fijaría en mi piel de naranja, en el tamaño de mis piernas, cuando tal vez debería pensar en que debo sentirme orgullosa de mi cuerpo porque se puede ver sensual tenga la talla que tenga. Si me siento así, probablemente proyecte esa belleza hacia fuera. Experiencia 100% recomendable».