Patricia es un terremoto. O mejor dicho, algo así como Atila, no crece la hierba por donde pasa. Ha llegado al estudio con ganas de explotar delante de la cámara.

Toda su personalidad es abrumadora. Inteligente y con las cosas muy claras. Le gusta como es, le gusta enseñar su cuerpo sin ningún tipo de condición ni verguenza. Sus amistades lo saben y la conocen, se lo pasan «pipa» con ella y sus historias en las redes sociales. Nosotros también nos divertimos mucho con ella y como no podía ser menos, jugamos en el estudio y nos partimos de risa entre foto y foto. Con 37 años y de profesión Comercial nos confiesa que lo más importante en la vida es su familia sin lugar a dudas «si me dieran la oportunidad de nacer de nuevo sería con ellos o no lo haría«

…No todas las princesas llevamos tacones

Patricia se siente orgulloa de ser una tía valiente, generosa y honesta. Aunque no lo parezca, nos confiesa que odia su culo, pero se lo muestra al mundo entero como si fuera el mejor. Nosotros estamos de acuerdo, la mejor aptitud es esa, enorgullecerse de como eres, incluso con las cosas que no te gustan de ti. Así es Patricia y como ella misma dice «…en los tiempos en los que vivimos no es poco, por eso me gusta compartir mi forma de ser con todo el mundo, porque sé que tengo el don de hacer que la gente que me rodea sea siempre un poquito más feliz»

Cuando le preguntamos qué le ha parecido la sesión de fotos y cuales han sido sus sensaciones, nos confiesa que se ha dado cuenta que no tiene ningún complejo, y que como siempre es ella la que hace las fotos, la experiencia de haber estado delante de la cámara le ha encantado. «No todas las princesas llevamos tacones. Yo no soy perfecta. Tengo celulitis, cartucheras, flacidez.. ¿y? ¿pasa algo? No pasa nada, porque por otro lado, por poner un ejemplo, ¡mi coño es de portada de revista! «

No importa si eres delgada, gordita, si tienes las tetas hasta el ombligo o apenas se atisban dos pequeños bultitos en la camiseta. Lo importante es como afrontas la vida y aceptarte como eres. Patricia es un terremoto, y nos encanta que sea así. No hay mayor felicidad que mirarse al espejo y gritar ¡Esta soy yo!