Ana


Ana nos recibe en su casa. Ha dormido sin ropa interior la noche anterior como le hemos sugerido para que no tenga marcas en la piel. Y así nos recibe. Ana es un terremoto, abierta, extrovertida, muy alegre y divertida. En su casa hay toques de medio mundo y miles de colores, al fin y al cabo, esa casa es la de Ana, se nota.

Casi siempre ocurre, que la pregunta difícil que hacemos sobre que no le gusta a la modelo de su cuerpo contrasta fuertemente con lo que nosotros vemos a través de la cámara. Nos revela que siempre se ha sentido muy avergonzada por su cicatriz de la cesarea que le realizaron para que naciera su única hija. Nosotros le pedimos que nos deje fotografiar esa cicatriz y se la mostramos en la pantalla de la cámara. Ana realmente se sorprende de que eso que la tenía obsesionada apenas es imperceptible.

Con 40 años y de profesión enfermera, su hija lo es todo para ella. La vida de Ana se encuentra totalmente ocupada con su trabajo y las necesidades de una niña con problemas de salud que requieren mucha atención. El reto de Ana es que la niña ande y sea independiente el día de mañana, ese es su gran proyecto de vida.

…siempre se ha sentido muy avergonzada por su cicatriz de la cesarea

Ana es una luchadora, y contrasta toda esa energía con su historia personal de superación. Su hija requiere el 100% de sus cuidados y puede quedarse tranquila, su madre puede con todo. Hasta con nosotros.