Tenemos una relación bonita con Jess y su marido Joe. Estuvimos fotografiando su boda española y desde entonces nos queremos con locura.

Lo atractivo de una mujer no radica en la perfección. Lo que nos hace atractivas es nuestro entendimiento y disfrute del momento que estamos viviendo

Jess no lo duda, acepta la invitación para mostrarse en este proyecto, que le toca de alguna manera en su vida. Comenzamos la sesión e intentamos llevarla a un registro serio y un poco sensual. Pero a pesar de que los retratos tienen fuerza, no la vemos, no la encontramos en esas imágenes. Ella tampoco se ve. Y es que a veces probamos a sacar a las personas de su zona de confort visual. Con Jess no funciona, no es ella. Y decidimos cambiar de fondo, y pedirle que sea ella. Y de pronto aparece esa Jess que todo el mundo conoce, bella, divertida, «gansa» que hasta con un trozo de sandía en las manos nos devuelve una imagen única y preciosa. La alegría de sentirse bien consigo misma.

Ella tiene claro como vive su imagen y su aspecto. En sus propias palabras, es rotunda : «¿las mujeres debemos arriesgarnos a consumirnos en un intento de ser las más hermosas, vivir agobiadas por nuestras imperfecciones o resistir al engaño de la belleza perfecta impuesta por la sociedad? Lo atractivo de una mujer no radica en la perfección. Lo que nos hace atractivas es nuestro entendimiento y disfrute del momento que estamos viviendo».